De Cuerpo y Alma

El amor nos hace inteligentes. Necesitamos ser amados para poder desarrollar toda nuestra capacidad. El amor nos centra, consolida nuestro yo, nos fortalece y en consecuencia hace posible que seamos capaces de afrontar con seguridad las dificultades que la vida nos pueda presentar. Si no tenemos amor la autoestima se diluye y con ella la confianza en nosotros mismos. De ahí que el apego haga las veces de cimientos sobre el cual crecer. Según la manera como se haya cimentado ese primer apego, así será más tarde el edificio que construiremos. Si nuestro apego ha sido débil, inseguro, no podremos alcanzar una altura que nos permita desenvolvernos de manera independiente y segura. En cambio si nuestro apego es fuerte, podremos aceptar y superar los diferentes reveses con que nos vayamos encontrando.