Archivo de la etiqueta: curiosidad

Kainotofobia

Miedo al cambio patológico, así podríamos definir esta fobia tan complicada de pronunciar, pero al mismo tiempo tan común en su versión no patológica. Y es que, si pudiésemos establecer una escala, la kainotofobia estaría en un extremo y la curiosidad en el otro, ocurriendo como la famosa canción: la kainotofobia mató a la curiosidad, y, si no lo hace, la acaba encerrando en un cajón con siete llaves para impedir que pueda salir.

No debemos confundir kainotofobia con neofobia, porque, aunque próximas, no son lo mismo. La primera evita cualquier tipo de cambio, la segunda es más la ausencia de voluntad de probar nuevas experiencias. La primera no acepta los cambios, a la segunda le cuesta dios y ayuda emprenderlos. Todos nosotros, en mayor o menor medida nos vamos acercando en la escala anterior hacia la kainotofobia pasando primero por la neofobia según vamos envejeciendo, pero al mismo tiempo, intentando evitar caer en las garras de la primera. La juventud es la época dorada de la curiosidad (o al menos, debería serlo, si queremos tener un desarrollo cognitivo, emocional e intelectual “normal”). La vejez de la neofobia (y solamente en casos patológicos, de la kainotofobia). Es lo que tiene la edad, que a la gran mayoría de nosotros nos vuelve conservadores (otros dirían prudentes). La falta de energía, la percepción de que cada vez somos más débiles y, en consecuencia, vulnerables, hace que nos pensemos dos o más veces emprender según qué acciones. Asumir determinados riesgos deja de ser una opción “divertida”, para convertirse en un miedo que paraliza y, sin apenas darnos cuenta, vamos adquiriendo rutinas que repetimos y repetimos hasta hacerlas indisolubles de nosotros mismos, para acabar convertidos en “robots”, es decir, en un conjunto de automatismos, fuera de los cuales, se extiende un desierto que pocos estamos dispuestos a querer transitar.                     

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

The Moral Psychology of Disgust

La gran mayoría de expertos coinciden que la emoción del asco surgió como respuesta adaptativa que nos permitía a los seres humanos poder evitar el contacto físico con posibles venenos, parásitos y patógenos que pusiesen en riesgo nuestra integridad. Sin embargo, existe multitud de investigaciones que muestran que la experiencia del asco y, en consecuencia, la conducta de evitación hacia la posible contaminación, no surge desde el primer momento, sino que lo va haciendo paulatinamente. Está más que demostrado que los bebes, hasta más o menos la mitad de la infancia, no muestran señales de sentir asco. De hecho, es la curiosidad la que parece primar, y las que los lleva a tender a tocarlo todo, a llevarse a la boca (principal órgano sensorial en los primeros años de vida) cualquier cosa novedosa que encuentran, para examinarla y entenderla, lo que, evidentemente, pone en gran riesgo su salud.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

The Moral Psychology of Admiration

La admiración es una emoción que nace de la posibilidad que tenemos, por el mero hecho de ser seres humanos, de sentir empatía hacía los demás. Es la imagen en el espejo en que desearíamos convertirnos, esa esperanza de mejora que implica cualquier proceso de construcción y que nos permite crecer, o como mínimo sentir lo que no estamos realizando tal y como nuestros propios ideales nos indican. Mezcla de asombro y sorpresa, en muchas ocasiones acaba transformada en impulso vital que nos lanza hacia una determinada meta. Pero que, sin embargo, en otras muchas no tiene por qué implicar emulación.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

Cambio de intereses

¿Qué hace que algo que una vez fue importante, prioritario, de repente, con el tiempo, deje de serlo? ¿Qué fue de aquellas prioridades que una vez tuve, por las cuales renuncié a otras y  que me llevaron a tomar determinadas decisiones y que hoy, seguramente, no tomaría de igual modo? Quien lo sabe. Solamente puedo recordarme a mí mismo realizando acciones que hoy con toda seguridad no haría. Y no se trata de arrepentimiento. Lo hecho, hecho está, y tanto si resultó una equivocación como un acierto, simplemente formó parte de mi proceso de aprendizaje.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

Costumbres

Según a quien preguntes, entenderá las costumbres como algo fundamental en su existencia o como un ancla o lastre que le imposibilita establecer conductas creativas que le han posible percibir su existencia desde múltiples puntos de vista.

Las costumbres se conforman a partir de los sentimientos que nos producen. Cuando una determinada conducta nos produce bienestar tendemos a repetirla, siendo dicha repetición lo que acaba conformando la costumbre.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

The Moral Psychology of Anger

Tendemos a considerar que las siguientes emociones son, sino la misma, tan próximas, que se suelen confundir o nos cuesta bastante diferenciarlas. Sin embargo, la rabia, el ultraje, el odio, la furia, la indignación, la irritación, la frustración, el resentimiento, la irritabilidad, la impaciencia, la envidia, los celos y la venganza poseen características propias que las hacen diferentes, teniendo únicamente en común que todas parten de la emoción de la ira. Quizás, la razón de esta confusión resida en que actualmente el concepto ira no posee el mismo significado que tenía para nuestros antepasados. Hoy día le aplicamos la etiqueta” ira a cualquier mínima frustración que nos altera emocionalmente y que nos saca de esa especie de homeostasis en la que generalmente creemos estar anclados.

Sigue leyendo
Etiquetado , , , , ,

Definiendo la sorpresa

La emoción de la sorpresa es, quizás, una de las que más posibles distintos significados tiene. Cuando hablamos de la no solamente no siempre nos referimos a ella desde el punto de vista de aquello que acontece improvisadamente. A pesar de que la sorpresa suele comportar una alteración del habitual equilibrio, éste casi nunca se parece al resto. El cambio de homeostasis puede producirse por tantos motivos distintos, que resulta harto difícil definir una emoción que la única regla que admite es que suele acontecer sin avisar. Y, a veces, incluso también ésta se acaba saltando.

Sigue leyendo
Etiquetado , , , , ,

Objetivos y metas

11.Objetivos.pngCaminamos sin descanso en busca de un sueño. Estamos programados para hacerlo así. Necesitamos un objetivo en la vida porque ella por sí misma no nos basta. Nunca lo hace. Tener un plan. En eso se basa todo, en poder decir que transitamos un camino con un principio y un final, pero obsesionados únicamente en fijar la mirada en la meta y dejar de lado el recorrido. Con la pérdida irrecuperable que ello conlleva. Pero esto sólo se sabe cuándo se ha caminado. Es el aprendizaje que se obtiene a cambio de haber llegado tantas veces al final, más otras tantas de no haberlo hecho. El momento en que uno se apercibe que en el fondo, tanto da lo conseguido si no se ha sido capaz de saborearlo. Y es que únicamente cuando se ha sido engañado por el afán de consecución podemos ser conscientes de su falsedad. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Sentiencia

32.Sentiencia.pngCapacidad que tenemos todos los seres vivos de sentir, percibir o experimentar subjetividad. Es la manera que tenemos de sentir lo que estamos experimentando, la pista que nos informa de que estamos vivos y sin la cual nos resultaría imposible afirmar que poseemos conciencia.

Sin conciencia no nos diferenciaríamos mucho de una piedra. Permaneceríamos, estaríamos, seríamos e incluso podríamos llegar a desplazarnos y a sufrir transformaciones, pero sin ser realmente participes de ello. Sin conciencia de lo que somos, nada nos diferencia de aquello donde estamos. Simplemente formamos parte de un gran todo, una inocente pieza más, que actúa sumida en la inopia de su propia significación y existencia. Sin el sustrato inicial de la conciencia no cabe posibilidad alguna de cualquier tipo de emoción. Sin conocimiento del propio yo la subjetividad no puede acontecer, o lo que es lo mismo, la configuración de lo que somos a partir de aquello que sentimos al no tener lugar, nos ninguniza. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Optimismo infantil.

31.InfantilSon múltiples las investigaciones que muestran que todos nacemos siendo optimistas y que algunos nos vamos volviendo pesimistas en función de cómo aprendemos a gestionar las frustraciones que la vida nos provee. Y es que la vida en sí misma viene a ser como un juego: vamos aprendiendo las normas y las distintas estrategias según vamos jugando. Lo cual suele ser la base del aprendizaje humano. De igual manera que interiorizamos la derrota, asumimos la victoria. La manera como ambas nos afectan, determinará como afrontaremos el juego en el futuro. Si estamos acostumbrados a ganar, con toda seguridad seremos mucho más arriesgados que si habitualmente perdemos. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,