Tener conciencia, posiblemente, implica la obligación de estar continuamente explicándonos la realidad. Los seres humanos necesitamos construir nuestra realidad a partir de relatos. Somos protagonistas y guionistas de nuestra propia aventura vital. Como Juan Palomo, nosotros mismos nos lo guisamos y también nosotros nos lo comemos. La diferencia está en que no siempre somos capaces de sacarle partido a esta doble figura. Contrariamente a lo que podría parecer, no siempre logramos construirnos el mejor de los personajes ni somos capaces de situarnos en escenarios ventajosos, y es aquí reside nuestra pena, referida ésta a la tristeza de no saber aprovechar lo que a priori debería representar una ventaja clara, y a la vez a todo aquello que tiene que ver con las dificultades que elegir mal nos suele comportar.