Todos coincidiremos en que la diversión es una emoción que nos hace sentir bien. Cercana a la emoción de fluir, ambas se generan gracias al entretenimiento, la distracción que nos producen, diferenciándose ambas en cuanto a la presencia necesaria del sentido del humor y la risa en la primera. Ambas son fuentes de placer y bienestar, ambas focalizan nuestra atención en un presente absoluto libre de peligros, donde la necesidad de controlar el entorno y estar alerta son mínimas, consiguiendo incluso en el caso del fluir que casi desaparezcan.