Archivo de la etiqueta: conciencia

Creando personajes…

Somos y nos convertimos en aquello que conformamos nosotros mismos mediante la creación de nuestro propio personaje. Desde el primer momento en que nuestra conciencia de yo surge, en el preciso instante en que nos damos cuenta de nuestra singularidad, comienza la construcción de nuestro personaje, la cual se llevará a cabo sin descanso en tanto nuestra conciencia continúe funcionando correctamente. Para hacerlo, nuestro cerebro suele nutrirse tanto de la información interna como de la que nuestro entorno más próximo le proporciona. Sabemos que nuestro personaje empieza a tomar las riendas de nuestro destino, cuando esa voz en “off” que todos conocemos tan bien…, la misma que está continuamente relatándonos lo que hacemos, empieza a decirnos continuamente lo que debemos o no hacer.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

¿IA Emocional?

Recuerdo hace unos meses al leer los chats con la IA de Google que lo primero que asaltó mis pensamientos es que aquello de que las máquinas no tienen “alma” (entiéndase ésta como sentimientos o emociones) era, como cuando hablamos en relación a los animales, otra de esas bravuconadas tan típica de los humanos. Nos creemos tan superiores y necesitamos tanto convencernos de que estamos en lo más alto de la pirámide, que no nos basta con serlo, necesitamos también disminuir a cualquiera que nos ponga en una mínima sombra.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

La importancia del relato

Tener conciencia, posiblemente, implica la obligación de estar continuamente explicándonos la realidad. Los seres humanos necesitamos construir nuestra realidad a partir de relatos. Somos protagonistas y guionistas de nuestra propia aventura vital. Como Juan Palomo, nosotros mismos nos lo guisamos y también nosotros nos lo comemos. La diferencia está en que no siempre somos capaces de sacarle partido a esta doble figura. Contrariamente a lo que podría parecer, no siempre logramos construirnos el mejor de los personajes ni somos capaces de situarnos en escenarios ventajosos, y es aquí reside nuestra pena, referida ésta a la tristeza de no saber aprovechar lo que a priori debería representar una ventaja clara, y a la vez a todo aquello que tiene que ver con las dificultades que elegir mal nos suele comportar.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Zanahorias

Todos los seres humanos necesitamos zanahorias. Retos en los que poder enfocarnos, y a partir de los cuales encaminar nuestra existencia y lanzarla hacía el futuro. Motivaciones, suelen llamarlas en los libros de Psicología. Objetivos, en lenguaje cotidiano. Sin zanahorias nuestra vida quedaría vacía. Sin sentido. Nos daría igual quedarnos quietos que estar en continuo movimiento. Seríamos como el resto de animales: nos moveríamos por instintos básicos, de supervivencia. Únicamente el hambre, la sed, el frío, el calor o la necesidad de procrear nos moverían a actuar. Sin embargo, para nosotros esto no resulta suficiente. Cierto que todo lo anterior tiene su importancia (grande o, como mínimo, mucho más de lo que, en ocasiones, somos conscientes), pero los seres humanos necesitamos más. Quizás sea el hecho de ser conscientes de que estamos destinados a perecer. Quizás sea el premio (o el castigo) que implica poseer cierta inteligencia superior, pero todos nosotros necesitamos pensar que dejamos y dejaremos huella, que nuestra vida tiene un razón de ser.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Consciencia

Estamos convencidos, creemos a pies juntillas, que estamos, permanecemos, siempre y continuamente conscientes, con plena capacidad para saber lo que está (y nos está) sucediendo en cada momento presente, cuando, en realidad, la conciencia es, en la mayoría de las ocasiones, la última de enterarse de lo que sucede. Sabemos que nuestro cerebro funciona como centro neurálgico y de procesamiento donde va a parar toda la información que nuestros sentidos recogen tanto del exterior como de nuestro propio interior. Estamos convencidos que es a partir de esa información como nuestro cerebro “toma las decisiones” y que lo hacemos de manera consciente, en este preciso instante. Sin embargo, si nos paramos a pensar lo que esto significaría, pronto nos daremos cuenta de que no puede ser así, que dicho funcionamiento lo único que implicaría es que vivimos continuamente en el pasado, ya que estaríamos reaccionando siempre tarde a los acontecimientos, lo cual directamente nos conduce a una conclusión: nuestra conciencia siempre estaría por detrás de lo que sucede en el mundo físico, lo que irremediablemente sería incompatible con poseer cierta capacidad para sobrevivir (sin capacidad para poder adelantarnos a los acontecimientos, difícilmente nuestra respuesta podrá ser realmente adaptativa).

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

La sensación de lo que ocurre

Sin poseer un mínimo de plena conciencia en nosotros mismos resulta imposible conocer nuestras propias emociones. Las emociones son “impactos” que golpean contra nuestro ser, sobre aquello de nosotros que nos configura y determina, produciendo los cambios. Sin una base previa en la que poder producir cambios resulta imposible interpretar los efectos que producen dichos cambios. Es el sentimiento que una emoción nos genera, su efecto en nuestro organismo, lo que hace posible experimentarla, y es a partir de dicha experimentación que la podemos interpretar y a partir de aquí “reconfigurarnos”.

Sé que lo anterior suena raro. Lo simplificaré: somos lo que sentimos. Pero, para poder sentir, tenemos que tener la capacidad de poderlo hacer, y cada ser vivó tiene su manera de sentir lo cual lo determina y, en consecuencia, lo diferencia del resto. Y no hablo solamente de especies, también ocurre en “intraespecies”, haciendo que los todo ser vivo, por el simple hecho de existir y sentir sea diferente e irrepetible al resto. 

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

El río de la conciencia

51.Sacks, Oliver - El río de la concienciaQue las emociones nos configuran, no tengo duda alguna. Son los sentimientos a través de los cuales podemos diferenciar lo propio de lo aquello que nos envuelve. Sin ellos todo sería monotonía igualitaria y sin fuste. Poco importa que nuestra conciencia sea algo más que la suma de sentimientos. Sin la posibilidad de sentir no hay conciencia. Es la interacción continua con nosotros mismos y con lo que nos rodea lo que nos da sentido. Quimera eterna en forma de homeostasis, que de perderla, todo se emborrona, haciendo que el malestar y el sufrimiento se nos clave impeliéndonos a recuperar al instante el estado de confort perdido. Porque tanto da si en vez de dolor es placer lo que nos la arrebata. La homeostasis únicamente entiende de equilibrio. Porque tanto al placer como al dolor los iguala el tiempo. Todo placer acaba por doler en cuanto dura más tiempo del deseado. Porque, de igual modo que no hay mal que cien años dure, tampoco existe placer soportable si este acaba estancándose en nuestra existencia sofocándola. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Noventa segundos

30.90Segundos.pngApenas minuto y medio después de nuestro nacimiento, acontece por defecto el de nuestro asesino emocional. Ese, quien a diferencia de nosotros, no tiene ni nombre ni cuerpo que lo defina, aunque sí una función muy concreta: eliminar cada una de nuestras emociones e impedir así que éstas puedan permanecer con nosotros. Todos poseemos uno. Propio y exclusivo pero tan parecido al de los demás que sólo de pensarlo produce escalofríos. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Your Brain is a Time Machine

22.Your Brain is a Time Machine.jpgA día de hoy, la única manera que tenemos los seres humanos de viajar en el tiempo es mediante nuestras emociones. Son éstas las encargadas de activar determinados “inputs” en nuestra memoria con el objeto de recuperar aquellos recuerdos que una vez fueron presente y que hoy no son más que pasado. Son las emociones, su intensidad, las que configurar la potencia de nuestros recuerdos y en consecuencia, el único camino que tenemos para volver a determinados momentos de nuestra existencia e incluso recrearnos en ellos como si nuevamente volviesen a ser actualidad rabiosa, cuando en verdad hace mucho que tuvieron lugar. Basta con leer la manera en como Proust nos habla de como una simple magdalena puede retrotraerlo a una época de su vida que hasta ese momento tenía olvidada. Y no es que la magdalena en sí resultase de una importancia vital. Simplemente estuvo conectada con un momento concreto de su existencia que lo conformó como persona y sin el cual, posiblemente, no hubiese sido (no hubiésemos sido) lo que finalmente fue. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Recuerdos…

43.RecuerdosDebo de reconocer que me intriga bastante el motivo por el cual, determinados recuerdos nos sobrevienen en momentos concretos y de manera inesperada. Estás caminado por la calle y de repente “plaf” un antiguo recuerdo nos invade ocupando nuestro pensamiento consciente. O estás dormido y sin venir a cuento un sueño decide mantenerse fresco en el momento de despertarnos acompañándonos el resto del día. Generalmente son recuerdos de momentos de vida, a veces conscientemente poco importantes, que sin saber muy bien porqué, de repente irrumpen en nuestra conciencia, en nuestro a veces tan poco vivido presente, desalojando cualquier otro pensamiento que hasta entonces ocupase nuestra mente. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,