Archivo de la etiqueta: realidad

¿Es la esperanza un efecto placebo?

La esperanza es ese sentimiento de que pase lo que pase el mañana siempre nos será favorable. Esto hace que sea una emoción estrechamente conectada con aspectos tan importantes para nuestra salud y bienestar emocional como lo son la fe y el amor. Necesitamos tener fe. En los momentos difíciles, en esos en los que no parece haber salida posible, en los que no sabemos qué hacer para revertir lo que nos sucede, en los cuales sentimos que no poseemos las herramientas necesarias para sobrevivir, en todos estos, tener fe, poco importa en qué, resulta fundamental para no caer definitivamente en el abismo del miedo eterno. Y, de la misma manera, queramos aceptarlo o no, todos sabemos perfectamente también que sin amor solamente queda el vacío. Y que en el vacío no existe posibilidad. Ninguna. Cero.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , , ,

¿Por qué nos enamoramos?

Todos sabemos más o menos (o al menos eso espero y deseo) qué es esto del “amor” y del enamoramiento. Sin embargo, lo que no tengo tan claro es que sepamos el motivo por el cual nos enamoramos. ¿Es únicamente una cuestión de química? ¿Afectan la cultura y los estereotipos? ¿Hay una única razón concreta o es una mezcla, un todo un poco a la vez? Y si es así, ¿en qué proporción?, ¿qué tiene mayor importancia? Karl Grammer, el eminente etólogo del Instituto de Biología Humana de la Universidad de Viena, afirma que el amor no es más que una construcción cognitiva de aquello que sentimos físicamente y de los procesos que tienen lugar en nuestro cerebro. Es decir, el amor es la respuesta conductual y cognitiva que tiene lugar en función de los cambios químicos y morfológicos que nos suceden. Pero, si esto es así, ¿sabemos realmente qué pasa en nuestro cerebro? ¿Se producen estos cambios con independencia de la edad de la persona? Porque yo tengo la sensación de que no es así. A mí, la experiencia me dice que según me voy haciendo más mayor me cuesta mucho más enamorarme o, como mínimo, que no lo hago con la facilidad con que lo hacía de jovencito.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Aceptación

La emoción de la aceptación es para mí algo así como el Santo Grial: siempre que la encuentro, instantáneamente, todo vuele a recuperar la homeostasis perdida. El problema es que no resulta fácil conseguirlo. No siempre sabemos asumir que las cosas son como son y no como deseamos que sean. Y es aquí donde los distintos tipos de frustración consiguen hacernos perder el equilibrio y que las cosas comiencen a complicarse.
Sabemos que no existe una única realidad. En consecuencia, esa que pensamos que es, que hemos hecho nuestra, en realidad no es una más de entre el infinito abanico de posibilidades (tantas como personas existen). La realidad en el fondo es una mentira. No existe una realidad tal. Existen tan solo nuestras vivencias, las cuales necesitamos como estamos de darles sentido, acabamos por conformarlas en significado y, en consecuencia, las convertimos en realidad.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Belleza

Sentimos que algo es bello cuando nos produce placer. A mayor placer, más bello nos parece y, consecuentemente, más nos atrae y deseamos acercarnos. Todos compartimos etiquetas a la hora de nombrar las emociones. Cuando hablamos con los demás de nuestros miedos, de nuestro disgusto, de nuestra alegría, nos suelen entender. Nos solemos entender al producirse cierta empatía. Otra cosa es poder asegurar si lo que los demás sienten y que, casi al unísono, denominamos miedo, asco o alegría, es lo mismo en todos los casos. Las emociones son altamente subjetivas. Y no me refiero a que no todos sentimos miedo o alegría por las mismas cosas, que también. A lo que voy es que, en el fondo, las emociones son tan personales como la realidad, o viceversa. “Tanto monta, monta tanto”. Cada uno de nosotros las creamos, las sentimos a nuestro modo, aunque, en algunas ocasiones podamos coincidir desde un mismo punto de vista personal, emocional y, por supuesto, temporal.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Cómo ver el mundo

Escribe Nicholas Mirzoeff que “la visión del mundo no depende tanto de cómo vemos, cuanto de qué hacemos con lo que vemos” y yo no puedo estar más de acuerdo con él. Creo que es la afirmación  que he leído en los últimos años (y he leído bastante) con la que más me he identificado. Cierto que los neurocientíficos hace ya tiempo que nos dicen aquello de que no vemos con los ojos sino que lo hacemos con el cerebro, pero al final, tanto da con lo que vemos, lo importante es lo que finalmente hacemos con nuestra realidad. Poco importa cómo ésta sea, lo fundamental es cómo la “moldeamos”, cómo nos movemos, la manera cómo somos capaces de aceptarla, transformarla o evitarla escondiéndonos de ella. Es lo que hacemos con lo que percibimos lo que nos transforma, tanto a nosotros, como a la misma realidad. Cómo explicar si no que alguien con limitaciones físicas sea y se sienta mucho más feliz que otro que goza de plena libertad de movimiento. Cómo entender que aquel que todo lo tiene (y no me refiero únicamente a lo meramente material) se sienta inmensamente infeliz, un desgraciado y, en cambio, aquel otro que apenas si tiene nada, sea capaz de hacer de la necesidad virtud y una razón para la esperanza y la alegría. Resulta imposible.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Mirada emocional

Creemos que los demás ven a los otros de la misma manera que lo hacemos nosotros. Estamos convencidos de ello. Quizás por ello cometamos tantísimos errores de apreciación, pero, sobre todo, de confianza. Olvidamos el poder de las emociones en cuanto a cómo vemos las cosas. Somos incapaces de entender que nadie más podrá ver a una determinada persona como lo hacemos nosotros si la amamos. El amor es un filtro perturbador que aniquila cualquier atisbo de objetividad y verdad en la realidad. Por eso no logramos entender que haya personas que no vean en esa persona amada lo que vemos nosotros. Olvidamos que las emociones que enfocan su mirada no son las mismas que lo hacen con la nuestra.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Simplicidad = Felicidad

La búsqueda de la felicidad es algo así como la de aquellos antiguos conquistadores que ansiaban el Dorado, o aquellos otros que buscaban el arca de la alianza o el Santo Grial. O quizás todos ellos a la vez. Porque la felicidad no es más que una quimera todavía más difícil de lograr. Seguramente porque nos hemos empeñado en que nuestras vidas deben ser felices en su totalidad, lo cual directamente nos ha llevado a ser incapaces de soportar el más mínimo inconveniente que lo dificulte. A la que algo se tuerce… Así hemos obviado que, en realidad, resulta totalmente imposible estar siempre en “estado de felicidad”. Sería como permanecer estancados en un eterno limbo, por lo que, al final, más que un sentimiento placentero, acabaríamos por sentir uno más cercano al de la claustrofobia (o eso me parece a mí).

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Modelo Circumplejo de las Emociones

El modelo circumplejo de las emociones, planteado por primera vez por James Russell en 1980, está basado en dos dimensiones: por un lado, el nivel de activación o “arousal” y, por el otro, la manera cómo valoramos dicha activación. Lo que nos dice es que las emociones son la respuesta que nuestro cuerpo realiza en relación a un determinado suceso y sus efectos sobre nosotros. El funcionamiento es siempre el mismo: en función de la intensidad de dichos efectos y de la valoración que nuestro cerebro realiza (la cual no siempre se corresponde con la “realidad”), acabamos entrando en una fase de shock (de mayor o menor intensidad) que tiene como objetivo ayudarnos a empezar a asumir lo sucedido y dar los primeros pasos hacia la aceptación y poder superar el trauma sufrido.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Indefensión

El gran problema de la indefensión aprendida no es está en sí misma, sino en que nadie quiere hablar sobre ella. Es como si interesase el silencio, como si hacer público lo que ocurre atemorizase a aquellos que nos la ejercen y avergonzase a los que la sufrimos, siendo quizás ésta la razón de que cada día seamos más los que caemos bajo su terrible yugo.

La indefensión aprendida es ese sentimiento, ese estado psicológico e incluso del alma, que aparece siempre que sentimos que somos incapaces de controlar lo que nos acontece. Hasta aquí, si no escarbamos un poco más profundo, podríamos creer de qué estamos hablando sobre la frustración. Sentimiento que aparece cuando intentamos hacer algo y no nos sale. Sin embargo, la indefensión va más allá del sentimiento de frustración, el cual, generalmente, es concreto, referido, a un determinado aspecto. En cambio, la indefensión acaba abarcándolo todo. Cualquier cosa, desde la más nimia y sencilla, a aquella que sabemos resulta imposible lograr. La indefensión consigue lo que pocos sentimientos logran: que nos autoconvenzamos de que no seremos capaces, ni ahora ni nunca, de que no existe nada en el mundo que podamos hacer para cambiar lo que está ocurriendo y que, en consecuencia, lo mejor que podemos hacer es bajar la cabeza y dejar que siga sucediéndonos sin intentar cambiarlo.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,

Tener una razón

Necesitamos una razón para levantarnos y empezar a funcionar. Sin objetivos que nos justifiquen el esfuerzo, la apatía, la anhedonia, se imponen y únicamente queda el vacío (exterior e interior). Y en el vacío resulta imposible sobrevivir…

La falta de motivación implica que todas esas emociones relacionadas con el bienestar desaparezcan dejando su espacio a aquellas que únicamente comportan dolor y sufrimiento. Incluso aquello que tanto te emocionaba, con lo que te tanto te identificabas y parecía dar sentido a cualquier esfuerzo con independencia de su magnitud, desaparece. Queda anulado. La depresión se impone. Se pierden las ganas de vivir, de continuar haciéndolo, y el horizonte empieza a oscurecerse hasta convertirse en un inmenso agujero negro que todo engulle impidiendo que cualquier luz nos ilumine indicándonos un posible camino de salida. Sin razón de ser no existe razón de estar y el único deseo que nos embarga es el de desaparecer. Que todo se pare para que nos podamos bajar y dejar de sentir dolor.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , ,