Archivo de la etiqueta: expectativas

Simplicidad = Felicidad

La búsqueda de la felicidad es algo así como la de aquellos antiguos conquistadores que ansiaban el Dorado, o aquellos otros que buscaban el arca de la alianza o el Santo Grial. O quizás todos ellos a la vez. Porque la felicidad no es más que una quimera todavía más difícil de lograr. Seguramente porque nos hemos empeñado en que nuestras vidas deben ser felices en su totalidad, lo cual directamente nos ha llevado a ser incapaces de soportar el más mínimo inconveniente que lo dificulte. A la que algo se tuerce… Así hemos obviado que, en realidad, resulta totalmente imposible estar siempre en “estado de felicidad”. Sería como permanecer estancados en un eterno limbo, por lo que, al final, más que un sentimiento placentero, acabaríamos por sentir uno más cercano al de la claustrofobia (o eso me parece a mí).

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Santísima trinidad

He llamado a esta entrada “santísima trinidad” porque en ella hablaré de las tres emociones (algunos dirían, quizás, que debería hablar mejor de estados de ánimo, pero yo me resisto) que, últimamente más me suelen afectar. Afortunadamente no suceden las tres a la vez, sino que se van dando de manera consecutiva, una detrás de la otra.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Felicidad o Bienestar

En anteriores entradas hemos hablado sobre la imposibilidad de ser feliz de forma constante. De hecho, dejamos de ser felices en el mismo preciso instante en que deseamos serlo. Es pensar en la felicidad, que ésta se difumina, se evapora, desapareciendo mientras deja en su lugar posos de nostalgia y malestar. Buscar la felicidad no es más que un inmenso error. Lo adecuado es buscar el bienestar.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Perfeccionismo = Sufrimiento

Cada vez lo tengo más claro: la vida es más sufrida para todos aquellos que somos en cierto modo unos perfeccionistas. Necesitar hacer las cosas perfectas (no solamente bien, sino perfectas) implica mucho más dolor que satisfacción. Las razones son múltiples. Una que no suele bastarnos con hacer las cosas bien de vez en cuando, sino que necesitamos hacerlas bien siempre. Y cuando digo siempre, es SIEMPRE. Lo cual, como todos sabemos, no siempre es posible, entre otras muchas cosas, porque tampoco nos conformamos con un determinado nivel de exigencia, sino que lo vamos subiendo y subiendo, hasta que resulta muy complicado mantener un “cierto estándar” de “calidad”. Esta sería la segunda razón: el nivel de exigencia nunca suficiente de los que tenemos la “maldición” de ser unos perfeccionistas.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Soledad del líder

El liderazgo es una de las múltiples maneras en que podemos dividir a las personas. Bueno, en realidad todo es susceptible de ser dual, pero si nos ceñimos exclusivamente a la cuestión del liderazgo, veremos que por un lado están aquellas personas a quienes no les gusta liderar, que prefieren que las decisiones las tomen otros aun a riesgo de que en ocasiones no les quede otra que obedecer órdenes indeseadas, y los que, con independencia del grupo y la situación, tienden a llevar las riendas y decidir por los demás aunque buscando su bienestar. Personalmente, no me cuesta en absoluto entender a los primeros.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Más sobre las emociones…

Tendemos a confundir sentimientos y emociones. La causa, probablemente, reside en el empeño que ponemos en intentar reducirlo todo, en establecer categorías con objeto de simplificar nuestra realidad. De ahí que, si dos “cosas” se parecen, las llamamos igual. De esta manera, solamente los interesados por la ornitología saben diferenciar las distintas aves. El resto llamamos a todo “pájaro”. Simplificar suele ayudar, pero también puede acabar por confundir, en hacer que seamos incapaces de establecer determinadas relaciones, conclusiones y/o asociaciones, por el simple hecho de no prestar atención al matiz. Esto es lo que, en mi humilde opinión sucede con los sentimientos y las emociones, cuando, en realidad, un sentimiento no es más que la disposición a experimentar emociones, y éstas, a su vez, el efecto que un cambio (interno o externo) tiene sobre nuestro soma. Los sentimientos son un estado mental causado por la percepción de un cambio que resulta relevante en relación a la construcción que cada uno de nosotros hayamos hecho del mundo que habitamos. De ahí que iguales situaciones no tengan por qué producir emociones similares en distintas personas. Cada uno de nosotros construimos nuestra realidad, explicamos nuestra presencia en ella, y en función de dicho relato, sentimos, es decir, nos emocionamos.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

La queja

Hoy día la queja se ha convertido en el pasatiempo principal de la mayoría de nosotros. Poco importa que tendamos a la perfección, la nostalgia, la resignación o simplemente queramos llamar la atención, todos acabamos, por defecto y con cierta alevosía, cayendo en la trampa de la queja continua (siendo la única diferencia entre cada uno de nosotros la latencia con que lo hacemos). Lo cual, irremediablemente, ha acabado por vestir a la queja con todo un vestuario de connotaciones negativas. ¿Quién no sabe de personas qué, de tanto quejarse, han acabado por resultar insufribles o, lo que es todavía peor, nos han obligado a dejar de prestarles atención, con lo peligroso que esto puede acabar comportando para ellas?

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Insatisfacción

La teoría (esa que habitualmente sólo existe en el mundo de la lógica y no en la vida real), nos dice que el sentimiento de insatisfacción se produce cuando unas expectativas, unos deseos, que estábamos convencidos acontecerían, finalmente, por la razón que sea, no han terminado de cumplirse. Por el contrario, según mi experiencia, y la de muchos que conozco, sé que lo anterior no siempre es así. Estoy plenamente convencido de que, si no todos, la mayoría, habéis vivido, como yo, momentos de insatisfacción a lo largo de vuestra vida. Sin que hubiese una razón que lo justificase. Sencillamente, un día te despiertas y descubres que un sentimiento de insatisfacción ha terminado por apoderarse de tu estado emocional y vital, provocándote un intenso malestar en forma de desagradable desazón.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Postverdades Emocionales

06.Conangla, M & Soler, J. - Postverdades Emocionales.jpgCada uno de nosotros, del primero al último, estamos plenamente convencidos de que poseemos un YO propio, diferenciado del de los demás, estable en el tiempo y con capacidad siempre de mejora, es decir, de ir añadiendo aquellas cosas que otros yoes poseen y que creemos enriquecerán el nuestro al incorporarlas. Casi ninguno por el contrario, nos apercibimos de que vivimos en un continuo y continuado engaño emocional. Que transitamos investidos de unas enormes anteojeras, como se hacía con los burros antaño para lograr que siempre siguiesen el camino marcado. Y cuando algo sale mal o nos caemos por uno de esos desfiladeros que la vida siempre acaba por presentarnos y que conforman nuestro aprendizaje, entonces solemos culpar a la sociedad de nuestra ceguera. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

El cerebro ejecutivo

46.Gldberg, Elkhonon. El cerebro ejecutivo.jpgSi tuviese que elegir un don, una capacidad, yo personalmente escogería la de ser capaz de encontrar siempre la respuesta correcta con independencia del tipo de situación en la que me encontrase. Vivir con la certeza de que después del trabajo, tras el esfuerzo (no me vale eso de tener capacidades por la cara), el siguiente paso siempre sería el acierto, y con él la seguridad y tranquilidad que este suele comportar. Para mí no tiene precio la certeza que, hiciese lo que hiciese, el acierto me estaría siempre esperando unos pasos por delante, en un futuro libre de ansiedad, y con la conciencia plena de que todas mis energías por fin podrían estar enfocadas en el objetivo sin que gran parte de ellas acabasen innecesariamente desperdiciadas en hacer frente al desgaste que los miedos, el estrés y las diferentes inseguridades comportan. Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,