El entusiasmo es esa fuerza, esa energía interior, que de repente nos inunda con su poder y que nos lleva irremediablemente a desear acometer determinada acción o conducta. Es por tanto esta una emoción activadora que nos saca de la quietud, de la tranquilidad que confiere permanecer en un estado reflexivo, que nos conduce a la excitación plena, al ansia insaciable por acometer nuevos retos que nos recuerden que estamos vivos y que somos capaces. Sigue leyendo