Se dice rápido (aunque se vive aún más velozmente), pero han pasado 9 años desde la primera entrada de este blog. Muchas cosas han pasado y nos han pasado desde aquella fecha. Algunas buenas. La mayoría. Otras, no tanto, incluida una pandemia…, y aunque, seguramente, ninguno de nosotros somos los mismos (aunque no debido a la veracidad de ese bulo tan extendido, ese que predica aquello de que nos regeneramos celularmente cada 7 años, aun a sabiendas de que, en realidad, lo estemos haciendo continuamente y que, por tanto, los cambios que nos sobrevienen no los vivimos como tales sino como un tránsito del que no somos plenamente conscientes hasta que un día, de repente, sentimos que tanto nosotros como lo que nos rodea ha cambiado), lo que sí que continua siendo igual es la filosofía con la que empecé a escribir este blog, la cual no es otra que la de aprender y aprender, y seguir aprendiendo.