Todos sabemos más o menos (o al menos eso espero y deseo) qué es esto del “amor” y del enamoramiento. Sin embargo, lo que no tengo tan claro es que sepamos el motivo por el cual nos enamoramos. ¿Es únicamente una cuestión de química? ¿Afectan la cultura y los estereotipos? ¿Hay una única razón concreta o es una mezcla, un todo un poco a la vez? Y si es así, ¿en qué proporción?, ¿qué tiene mayor importancia? Karl Grammer, el eminente etólogo del Instituto de Biología Humana de la Universidad de Viena, afirma que el amor no es más que una construcción cognitiva de aquello que sentimos físicamente y de los procesos que tienen lugar en nuestro cerebro. Es decir, el amor es la respuesta conductual y cognitiva que tiene lugar en función de los cambios químicos y morfológicos que nos suceden. Pero, si esto es así, ¿sabemos realmente qué pasa en nuestro cerebro? ¿Se producen estos cambios con independencia de la edad de la persona? Porque yo tengo la sensación de que no es así. A mí, la experiencia me dice que según me voy haciendo más mayor me cuesta mucho más enamorarme o, como mínimo, que no lo hago con la facilidad con que lo hacía de jovencito.