Según la Wikipedia, un algoritmo es un “conjunto prescrito de instrucciones o reglas bien definidas, ordenadas y finitas que permiten llevar a cabo una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas a quien deba hacer dicha actividad”. Es decir, los algoritmos son herramientas que nos facilitan la toma de decisión al contemplar en el menor tiempo posible las distintas posibilidades de actuación, decidiendo aquella que es mejor tomar.
Sabemos que las emociones tienen una participación más que importante en la toma de decisión humana. Son tantas las situaciones en las que nos vemos obligados a decidir en milésimas de segundo, que como Damasio y otros investigadores han demostrado, no es nuestra parte consciente la que decide, le resultaría imposible hacerlo en tan poco tiempo para poder ser realmente funcional, sino que es nuestro “cerebro emocional” quien, a partir de las distintas experiencias que ha vivido y sentido, acaba por tomarlas de manera rápida, efectiva e inconscientemente. Sigue leyendo