La nostalgia es esa emoción que acontece cuando tomamos conciencia de que nuestro tiempo ha pasado. Guantazo de realidad que nos saca del convencimiento de que las cosas permanecerán por siempre de la misma manera que hasta ese momento las habíamos conocido. Creemos que nuestros ojos, nuestra mirada, permanece por siempre igual, cuando, en realidad, como todo en nosotros, va cambiando al tiempo que las experiencias se van agolpando en nuestros recuerdos. Por eso, quizás, la nostalgia siempre duele. Porque no consiste en un recordar afable, con cariño, sino que se trata de una sensación de pérdida, siempre escondida entre las sábanas de la dejadez que conlleva pensar que todo es estable.