¿Cuántas veces has experimentado una sincronicidad? Llámale coincidencia, si quieres. ¿Te ha sucedido que has pensado en algo y, de repente, tu pensamiento se ha hecho realidad? ¿Por qué cuando nos sentimos de una determinada manera, todo a nuestro alrededor toma la “forma” de la emoción que nos embarga? ¿Es cuestión únicamente de percepción? ¿Seguro? ¿Qué es lo que provoca que las emociones sean tan increíblemente contagiosas? ¿Por qué la alegría no sabe igual en soledad? ¿Por qué meditar en grupo es mucho más “potente” que hacerlo uno solo?… Y así podría seguir hasta agotar la presente entrada. Preguntas y más preguntas que acaban por conducirme a un idea loca, casi ciencia ficción, pero que lleva algunos días entreteniendo mis pensamientos: ¿y si eso del ego no es más que un sueño y en realidad todos formamos parte de una entidad superior, una especie de abeja reina inmensa que gobierna nuestras emociones y sentimientos para lograr así que la humanidad se comporte a su voluntad? Sigue leyendo