Archivo de la etiqueta: miedo

Amor 2.0

Tendemos a pensar en la emoción del amor confundiéndola con el enamoramiento. Hollywood y el cine, seguramente, tienen bastante culpa. Sin embargo, la emoción del amor va mucho más allá. No solamente incluye el amor paterno o materno-filial, la amistad, etc., también los momentos de felicidad compartidos de manera espontánea, y sin buscarlo, con personas desconocidas. ¿Se puede considerar amaro una interacción en la que se comparte un momento “especial”? De hecho, son bastantes las investigaciones que así parecen indicarlo.  A mí tampoco me extraña. Si tenemos en cuenta que el amor es absoluto presente, y que está directamente relacionado con un sinfín de sensaciones corporales que únicamente se dan en ese instante preciso, en función a determinadas acciones para con y los demás, tampoco debería sorprendernos. Además, teniendo en cuenta la sociedad actual, donde la tecnología, la lista interminable de cosas pendientes que casi nunca podemos llegar a completar, la manera de comunicarnos cada vez más supeditada a las redes sociales y, por tanto, la dificultad cada vez mayor para contactar con los demás (piel a piel),… resulta sencillo explicar por qué cada vez existen más personas que buscan amor y menos las que lo encuentran.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Salud y emociones (I)

En vínculo que existe entre emociones y salud creo que no hay nadie que lo cuestione o lo ponga en duda. Todos somos conscientes de la afectación que determinadas emociones, en realidad me atrevería a decir que todas ellas, tienen en cuanto a nuestra salud, pero, sin embargo, no siempre les prestamos la suficiente atención o, cuando lo hacemos, la mayoría de las veces, desgraciadamente, acaba siendo un poco tarde.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , , ,

Antagonistas del amor

La mayoría de emociones aceptan la presencia (a veces incluso la necesitan) de otras emociones que las completen o les de ese matiz tan característico y especial que las hace únicas y que incluso acaba por configurarlas. Por ejemplo, podemos sentir miedo e ira, o vergüenza, o culpa al mismo tiempo. Son parejas de baile que se complementan, que marcan un paso siguiendo un determinado ritmo que de otra forma resultaría imposible. De hecho, si le echamos un vistazo a la rueda de las emociones de Plutchik, comprobaremos como las emociones primarias se mezclan con las secundarias dando lugar a unas de nuevas.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Belleza

Sentimos que algo es bello cuando nos produce placer. A mayor placer, más bello nos parece y, consecuentemente, más nos atrae y deseamos acercarnos. Todos compartimos etiquetas a la hora de nombrar las emociones. Cuando hablamos con los demás de nuestros miedos, de nuestro disgusto, de nuestra alegría, nos suelen entender. Nos solemos entender al producirse cierta empatía. Otra cosa es poder asegurar si lo que los demás sienten y que, casi al unísono, denominamos miedo, asco o alegría, es lo mismo en todos los casos. Las emociones son altamente subjetivas. Y no me refiero a que no todos sentimos miedo o alegría por las mismas cosas, que también. A lo que voy es que, en el fondo, las emociones son tan personales como la realidad, o viceversa. “Tanto monta, monta tanto”. Cada uno de nosotros las creamos, las sentimos a nuestro modo, aunque, en algunas ocasiones podamos coincidir desde un mismo punto de vista personal, emocional y, por supuesto, temporal.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Miedo a perder

Los seres humanos estamos especialmente “programados” para que no aceptar la pérdida. El problema reside en que hemos convertido algo que en su principio era vital para nuestra supervivencia en una disfuncionalidad. Quizás el motivo resida en que nos molesta perder incluso cuando lo hacemos antes de haber tenido aquello que perdemos. No importa si la pérdida es real o imaginada. De hecho, la mera posibilidad (fantasía) de conseguir alguna cosa nos lleva al sentimiento de pérdida cuando finalmente no se consuma. Poco importan las probabilidades reales que teníamos de lograrlo (aunque a mayor convencimiento, también mayor es el malestar que sentimos), la pérdida de un presunto beneficio siempre acaba transformada en pérdida. De hecho, existen emociones que se han conformado a partir del miedo a perder como por ejemplo la vergüenza (miedo a perder frente a los demás esa imagen que pensamos que tienen de nosotros, aunque, en realidad, no sea así), la culpa (miedo de las consecuencias que comporta haber cometido un determinado error), los celos (miedo a perder, o quizás sería más correcto decir a que alguien nos arrebate, el amor de alguien a quien nosotros amamos).

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Amargado (estar)

Amargo, dícese de algo de sabor desagradable y que tiene como objetivo impedir envenenamientos. Aplicado a un estado de ánimo de las personas vendría a ser cuando alguien siente con intensa frustración (e independientemente de que sea cierto o simple subjetividad) que su vida está siendo envenenada por alguien o algo (incluido él o ella misma). Porque si un componente es clave, este no es otro que la frustración. Sin ella el sabor, posiblemente, sería igual de desagradable pero, quizás, no tan insufrible y molesto. De hecho resulta imprescindible, necesitamos imperiosamente, sentir que nuestras esperanzas se marchitan para poder decir con cierta autoridad eso de que «estamos amargados».

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

Señales de ira

No somos verdaderamente conscientes, pero cada vez más todo aquello que nos rodea emana agresividad, violencia. Si nos detenemos a observar, si prestamos atención, veremos que cada vez los mensajes que recibimos son más agresivos, y no solamente los de las otras personas que nos rodean o de los medios de comunicación, también otros, a priori más banales, o que deberían ser más “inocuos”, y que sin embargo, lo que terminan haciendo no es otra cosa que apelar al miedo o a la ira con el único objetivo de avisarnos de futuras consecuencias si no los obedecemos.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

La monarquía del miedo

Cuando tenemos miedo, indefectiblemente, buscamos de manera desesperada protección, cuidado, seguridad. A cambio somos capaces de ofrecerlo todo, incluido nuestro yo. En pos de salvaguardar nuestro cuerpo, de intentar mitigar el dolor que el miedo produce, de continuar manteniéndonos indemnes, nada existe que nos detenga. Incluso somos capaces de desprendernos de cualquier brizna de esperanza y del amor. Todo vale cuando el miedo acontece y creemos que nos va a morder, incluido traicionar a los seres queridos: “salvase quien pueda” es la consigna que se impone en nuestro interior y, únicamente los más osados, aquellos en los que el amor a los demás logra imponerse, son capaces de hacer oídos sordos a su miedo para aliviar el de los otros. El miedo es una emoción antisocial que carece de escrúpulos y de conciencia.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,

Catorce tipos de miedo

El miedo es una emoción primaria (teóricamente pura, sin que participen otros sentimientos en su constitución), de ahí que mezclada con otras emociones (sean estas primarias también, secundarias o terciarias) pueda dar lugar a diferentes tipos diferentes de “miedo”. En realidad, podríamos decir veinte, o incluso treinta, porque, como veremos a continuación, si ponemos la lupa, rápidamente veremos que no siempre resultará sencillo establecer una diferenciación clara e, incluso, coincidir con que se pueda denominar miedo a la emoción o sentimiento resultante. Echemos un vistazo y que cada cual decida según su experiencia…

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , , ,

FOMO

El término FOMO surge del acrónimo en inglés del concepto “Fear Of Missing Out”, que en castellano significa: «miedo a perderse algo», aunque, en realidad, más que de miedo, deberíamos de hablar de angustia o ansiedad producida por perderse un determinado acontecimiento. De todas maneras, resulta más que curioso (y dice mucho de nuestra sociedad actual) que, a diferencia de nuestros ancestros, los cuales desarrollaron emociones como el miedo (a ser devorados por un león, o cualquier otro depredador), asco (por comer algo que pueda envenenarnos o tener contacto con alguna cosa que pueda “contaminarnos”), es decir, se ha pasado de emociones que servían para ponernos a salvo de posibles peligros, a desarrollar otras (¿síndromes?) simplemente por querer estar (como Dios) en todas partes y en todo momento.

Sigue leyendo

Etiquetado , , , , , ,